Por todos es conocido el aspecto de un gamo, con sus manchitas blancas en el lomo y esos cuernos tan característicos de los machos. Pero a veces esto no es así, y es que estos parientes de los ciervos cambian su pelaje en invierno, para ser más resistentes al frío y pierden sus manchas, teniendo el pelaje tonos más oscuros. Al jovenzuelo que os enseño lo pillé entre Cuenca y Teruel, por donde últimamente está expandiendo sus dominios.
Visto de lejos resulta dificil saber que es un gamo joven, sin embargo, su escudo anal es inconfundible
Estuve un buen rato inspeccionando la zona para buscar alguna hembra que acompañara a este joven, pero no hubo suerte, otra vez será.
Saludos
el último bezano 
Tienes abandonado el blog, amigo Bezano. Muy interesante saber todo eso para distinguirlos. Cambiando de tema, ¿te vas a acercar a Villarquemado el Sábado tarde al encuentro de los bombos?
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Hola cachi, pues no lo tengo abandonado, pero os tenía muy mal acostumbrados,jeje, y no estoy podiendo seguir con mi frecuencia de 3 o 4 artículos por semana ya que esta primavera tengo varias carreras (he vuelto por mis fueros como ciclista) y no tengo mucho tiempo para fotos. A ver si ahora que va alargando algo el día puedo sacar más la cámara a pasear (y los objetivos nuevos).
Pues a lo de los tambores no iré por todo lo que he explicado antes, me falta tiempo hasta para respirar, jeje, pero si algún día te apetece hacer una ruta bezana ya me dirás.
Saludos
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